Nuestra misión es capacitar a los niños para que aprendan desde una posición de fuerza, con un enfoque que funcione en armonía con su cableado único. Nuestro objetivo específico es llegar a los niños que tienen dificultades o fallan porque sus fortalezas naturales no coinciden con su entorno de aprendizaje.
De acuerdo con la Evaluación Nacional del Progreso Educativo, en 2019, el 31 % de los estudiantes de 4.° grado obtuvieron la prueba NAEP Básica, lo que indica solo un dominio parcial de las habilidades básicas de lectura. Otro 34% probó por debajo del básico. El 26 % evaluó NAEP Proficient y el 9 % evaluó NAEP Advanced. Tenemos una crisis que involucra a la mayoría de nuestros estudiantes. Aprendamos quiénes son estos estudiantes, cómo aprenden mejor y qué podemos hacer para ayudarlos.
Si al principio no tienes éxito, no lo intentes, ¡inténtalo de nuevo! Hace varios años, tuvimos amigos de habla hispana que nos visitaron en nuestra casa. Mientras hablábamos, mi esposo, que no habla español, comenzó a hacerse amigo de Jaime, su hijo de seis años. Jaime habló con mi esposo, esperó expectante por un segundo, luego se inclinó hacia el otro oído de mi esposo y gritó bastante fuerte, sin darse cuenta de que lo que enfrentaba era una barrera del idioma, no una discapacidad auditiva. He recordado ese momento tantas veces a lo largo de los años. Cada vez que a un niño se le vuelve a enseñar un concepto que no entendió la primera vez, pienso en Jaime...
En los últimos diez años, he aprendido acerca de toda una serie de clasificaciones de discapacidades. ¡Hay tantos! Uno podría tener la impresión de que los niños se están rompiendo cada vez más, y estamos desarrollando etiquetas cada vez más detalladas para describirlos.
Al exponer a los niños a diferentes fuentes mientras aprenden a leer, les estamos enseñando a reconocer el patrón de cada letra. Queremos que estén preparados para leer y reconocer letras en todas las fuentes.