En nuestra época, nos hemos vuelto muy especializados en las etiquetas que asignamos a nuestros hijos que no pueden aprender a leer, escribir y deletrear con éxito. Para algunos niños, un aspecto particular de la lectura les causa más problemas, mientras que para otros niños alguna otra parte de ese proceso lineal (ver arriba) es el punto de fricción.
Ahora, más de una década después, no soñaría con enseñar a leer a los niños pequeños sin, desde el principio, involucrar todas las estrategias que he encontrado que funcionan para los niños pequeños y para los lectores con dificultades. Puede saber qué estrategias necesita cada niño en particular según en qué se basan mientras leen.
Aprenda a distinguir entre lecciones efectivas y trabajo ocupado. Mucho de lo que llenaba nuestro día en el salón de clases (sí, cuando estaba enseñando) era trabajo ocupado con ganancias mínimas realizadas por el niño. Puede saber qué actividades entran en esta categoría porque el niño simplemente no las disfruta y no se involucra.
Si una persona lee y no recuerda lo que lee o no entiende lo que lee, entonces no ha comprendido. Pueden llegar a creer que "leer" significa pronunciar correctamente las palabras o pronunciar correctamente las palabras. Es posible que necesiten que se les diga que las palabras tienen significado y nos dicen muchas cosas.
Digamos que tiene dos hijos que tienen dificultades con la lectura, uno en jardín de infantes y otro en sexto grado. La lógica dictaría que cuanto más atrasado esté el niño, más tiempo les llevará ponerse al día, pero en mi experiencia, toma aproximadamente la misma cantidad de tiempo para los niños en varios grados.